Tijuana, 11 de diciembre.- Ya son dos las casas de acampar plantadas frente a las oficinas de Capea, donde se instalaron la madre de dos jóvenes y la hermana de un hombre que están desaparecidos para exigir resultados en la búsqueda de sus seres queridos. Uno de ellos está desaparecido desde 2018, otro desde enero pasado y el tercero desde principios de este mes.
La señora Bárbara Martínez, de Playas de Rosarito, y Mónica Martínez, de Tijuana, se unieron en la protesta; fue una medida desesperada ante lo que califican como falta de resultados por parte de la Fiscalía General del Estado. La primera culpa a autoridades policiacas de la desaparición de uno de sus hijos apenas el 2 de diciembre pasado.
“Tenemos pruebas que la policía municipal se llevó a mi hijo y no aparece por ningún lado, tenemos testigos y grabaciones en las que que nos están diciendo cómo se lo están llevando y la policía no hecho nada ni la Fiscalía”, acusó Bárbara Martínez, quien culpa de la desaparición de su hijo a agentes de Playas de Rosarito.
Narró que es el segundo hijo que desaparece de manera forzada. El primero fue César Ezequiel Rico de la Cerda, de quien no sabe nada desde el 25 de octubre del 2018; el segundo Esteban Uriel, de 17 años, desaparecido el 2 de diciembre de este 2020.
“Es un sueño, es una pesadilla lo que estoy pasando porque todavía no me cae el veinte… está pasando lo mismo y menos ahora (puedo creer) que sea la policía municipal, porque yo sé que si fueron ellos menos posibilidades tengo de encontrarlo porque siempre el gobierno le tapa sus policías”.
Acusa a policías de Rosarito
La señora Bárbara Martínez relató que el pasado 2 de diciembre su hijo de nombre Esteban Uriel desapareció tras una intervención policiaca luego de que fuera perseguido junto con un hombre de 39 años porque presuntamente asaltaron una tienda Elektra en Playas de Rosarito.
La persecución llegó hasta el área de Baja Malibú -límite entre Tijuana y Rosarito en la carretera Escénica-, donde supuestamente fue visto por última vez el joven de 17 años.
La madre asegura que residentes del lugar escucharon detonaciones de arma de fuego de policías y le informaron que el adolescente fue detenido y lo subieron a una patrulla.
Dice que ha buscado a su hijo de 17 años en ministerios públicos, hospitales y en el lugar donde ocurrieron los hechos de la detención, y nadie sabe de su paradero.
Búsqueda infructuosa
El otro hijo de Bárbara Martínez, César Ezequiel, desapareció el 25 de febrero de 2018, cuando tenía 18 años; en su búsqueda la mujer ingresó a un domicilio en la colonia Campos de Tijuana donde localizó un cuerpo enterrado que no era el de su hijo.
La madre de familia presume que en ese domicilio conocido como la “casa Campos” se encuentran los restos de su primer hijo desaparecido porque ahí localizó algunas de sus pertenencias.
Recordó que ante la falta de resultados de la Fiscalía Estatal y al no contar con una orden de cateo a meses de haber dado con el hallazgo, colectivos de búsqueda irrumpieron en la “casa Campos” el pasado 13 de septiembre pero no encontraron los restos del desaparecido.
Huelga de hambre por su hermano
Por su cuenta Mónica Martínez, quien inició una huelga de hambre, también acampa frente al Capea para exigir resultados en la búsqueda de su hermano José Miguel Martínez Villanueva, quien tenía 17 años cuando desapareció en enero de este año.
El jueves dijo que su interés es llamar la atención de organismos internacionales de derechos humanos para que intervengan y pidan al gobierno estatal que investigue para dar con el paradero de su hermano.
El joven está desaparecido desde enero de este año, cuando tres hombres lo subieron a un vehículo en la colonia Hacienda Los Laureles, dijo la mujer. (con información de Ana Lilia Ramírez)